martes, 6 de noviembre de 2018

El orgullo patrio

En 1991 Martes y Trece emitió un sketch hoy impensable: Josema Yuste hacía de  presentadora, mientras que Millán Salcedo interpretaba a una mujer maltratada. “Mi marido me pega, mi marido me pega. Ayyyy, mi marido me pega”. Humor, pero humor que hoy no tendría cabida en nuestras cabezas porque tenemos la piel muy fina. Dos actores que interpretaban un papel, sin más vuelta de hoja. Dudo que sean maltratadores mientras no se demuestre lo contrario. Simplemente trataban de hacer sátira con una lacra que en esos años ya empezaba a estar “de moda” y, de paso, divertir a los espectadores. A unos les gustaría y a otros no. Eso tiene el humor, no puede convencer a todos.
                Hace unos días, Dani Mateo, en otro sketch de humor (HUMOR), se sonó los mocos con la bandera patria, la bandera española, la de todos. Y se ha montado la de Dios, la de San Quintín, una de “no te menees”. Porque por la Patria, todo, por la Patria se ha matado, por la Patria, la propia Patria fue dividida. Con la Patria no se puede hacer humor. Humor con lo que nos gusta, lo que nos agrada y lo que no atenta contra nuestras ideas y sentimientos. Si fuéramos indios americanos, nos llamarían “Los pieles fina”. El orgullo del país de la piel de toro, nada más patrio que eso. Una piel desgastada, cada vez más sensible, transparente al trasluz.
                Humor con la patria no, eso es antipatriota, terrorista cuanto menos. Humor no porque no está al alcance de todos. Humor sí, pero solo “sí” cuando es acosta o en contra de otros. En contra de lo nuestro, ni pensarlo. Humor no. Humor contra lo que consideramos patrio, ni mucho menos. No hay nada más antiespañol que reírse, que “humillar” la bandera y lo que ella representa. Ahora bien, robar, saquear, llevárselo a manos llenas, defraudar, mentir, engañar, eso sí. Eso sí. ¿Y eso es patrio? Claro que no. La diferencia es muy sencilla:
Nos molestan que nos toquen la bandera, los colores, el orgullo de postureo, el orgullo de mocasines y jersey al cuello, pero no nos molesta que nos roben porque lo hacen desde el cariño y el afecto a España. Defraudar es el segundo deporte español. El primero es el fútbol. El baloncesto está mucho más abajo en la clasificación, aunque a veces nos cuelan unos triples que no sabemos por dónde nos vienen. No nos molesta porque lo hacen ondeando la Rojigualda desde los balcones, en la muñeca en forma de pulsera, en el ribete de la camisa y bajo el grito de “Viva España”. ¿Cómo nos va a molestar eso?
                Porque si no llevas uno de esos símbolos no eres tan español como el que sí que lo hace. Porque si no lo expresas, no eres uno más. Porque, o estás conmigo o estás contra mí. Y así nos ha ido históricamente. Porque el suelo por el que pisa un patriota de pro, con su bandera, se revaloriza. Pero el amor a un país no se demuestra así. Si tanto amas a tu tierra, ámala de verdad. Detesta todo tipo de violencia, de desahucios a iguales, apoya a los desfavorecidos. Y los iguales no solo son los patriotas, los de fuera también. “Primero los de aquí”. Bueno, entonces, al menos ayuda a los necesitados con la sangre del Cid Campeador.
   
                 P.d.: con la resolución del Tribunal Supremo sobre el pago de las hipotecas, no es que se haya sonado los mocos con la bandera, es que se ha limpiado el culo con ella. Y ahora, ¿dónde está el patriotismo?
 
“Nunca se tendrá un mundo tranquilo hasta que se extirpe el patriotismo en la raza humana”. George Bernard Shaw (1856-1950) Escritor irlandés.
“Patriotismo es tu convencimiento de que este país es superior a todos los demás porque tú naciste en él”. George Bernard Shaw.
“El patriotismo es el huevo de donde nacen las guerras”. Guy de Maupassant. (1850-1893) Escritor francés.