viernes, 26 de abril de 2013

GH: GRAN HUNDIMIENTO



“-¿Tú eres…? Ostras, qué fuerte. Yo a ti te conozco. Tú has salido por la tele. Ya verás cuando se lo diga a mis amigas. ¡Qué fuerte, tía, qué fuerte! Si eres súper famoso, y yo hablando contigo. ¡Tú eres concursante de Gran Hermano!
-No, yo soy Premio Príncipe de Asturias de las Letras y he escrito 6 novelas.
-Pensaba que eras famoso de verdad. No me interesas.”

Y esto es lo que ocurre en nuestras fronteras: cantidad de talentos desperdiciándose por el camino porque le damos más valor a cualquier petardo que sale en un Reality Show de televisión.

El más popular de todos es el conocido como GH (me ahorraré el nombre no vaya a ser...). Basta con entrar ahí para tener tu propio club de fans, tanto en las calles como en las redes sociales, programas especiales dedicados a tu expulsión de la casa (si no vales ni para eso, plantéate un cambio en tu vida), y tertulianos sacando la cara por ti como si te conocieran de la vida o detractores que se encargarán de sacar todos tus trapos sucios. A partir de eso momento, serás nacionalmente conocido/a y podrás vivir de eso, de no haber hecho nada en tu vida sino pasearte delante de cámaras mientras practicas el llamado “edredoning” con alguien a quien acabas de conocer dejando en la estacada al amor de tu vida que te espera fuera. Pobre iluso.  ¿A quién no se le hace la boca agua?

Lo del club de fans es la bomba. Pero cuidado con haceros fans de la página equivocado. Tienen que especificar bien que es la “Página Oficial”. No aceptéis imitaciones.

Y yo me pregunto: ¿Dónde está la página oficial de fans del bombero que arriesga su propia vida para salvar la de otros que no conoce? ¿Dónde está la página oficial de fans del médico que se mete en un quirófano con la vida de otros entre sus manos? ¿Dónde está la página oficial de fans del maestro que “juega” con el futuro de un país?

Si al menos tuvieran una habilidad por la que presumir, lo entendería. Ya no digo que fueran “Doctores Honoris Causa”,  ni siquiera los descubridores de la vacuna contra enfermedades mortales, simplemente deportistas de élite o cantantes que tienen algo mostrar al mundo.

No contento con las galas semanales, repetidas una y otra vez, y los programas que dedican un “ratito” de su programación a ellos, disponemos de un programa 24 horas. “Para sentirte como en casa”. Por si te interesa verlos mear, discutir, ir al confesionario a decir lo agobiados que están en la casa (claro, pobrecitos) o cómo, en un alarde de inteligencia sublime (que de eso trata el programa), se sacan un moco.
Somos el país con más ediciones a nuestras espaldas, que se dice pronto. La 1ª, yo mismo la vi, parecía graciosa, espontánea. Con la 2ª edición la cadena que lo emite probó suerte a ver “si colaba”. Y coló. Con la tercera se dieron cuenta que se harían de oro. Con la 4ª se empezaban a descojonar del respetable. Así sucesivamente. Y con la decimocuarta, la catorce por si lo lee algún seguidor acérrimo del programa, han visto que el encefalograma de España es plano.

Las excusas suelen ser del tipo: “es que no hacen nada mejor en la tele”. Eso me da bastante lástima. Que no hagan nada mejor es muy lamentable, pero quizás dejarían de emitirlo si perdieran audiencia. Cosa que no creo posible. ¿Sabéis por qué? Porque es muy fácil no pensar, ver programas insulsos que crean a los superhéroes de la nueva hora, en los que a lo máximo que se aspira es a hacer un posado en “paños menores” en alguna revista erótica. Como he dicho anteriormente, estos programas se llaman Reality Show. A diario, grupos de defensa de los animales se quejan y protestan porque hacen “Reality´s” con cobayas. Y sin embargo, de esto no nos quejamos.

Yo, en lo que mejoran cierta programación, cambiaré de canal para ver deporte,  comedia, películas o series a la española a pesar de que no están consideradas como buenas. Pero es que, la vergüenza ajena es una de mis peores emociones.

jueves, 18 de abril de 2013

¡PASEN Y ROBEN!



“¿Es usted famoso, hijo de famoso, cónyuge o tiene parentesco con alguno? ¡Si es así, está usted de enhorabuena! Podrá robar todo cuanto quiera, defraudar lo que le plazca y reírse del resto mientras sus seguidores continúan apoyándole.  Y si es la primera vez que lo hace, con toda certeza, no irá a la cárcel”. Esta es la oferta con que obsequiamos a los personajes públicos en nuestro país.

Eso sí, si usted es un trabajador decente, con su nómina que le viene justa para pasar el mes, con su hipoteca que no le deja permitirse ni un capricho y una familia que mantener, ni se le ocurra robar en un supermercado para darle de comer a los suyos. Si lo hace será tachado de ladrón para toda su vida y, sin duda alguna, irá a la cárcel.

Recientemente han sido juzgados varios personajes públicos. Pues bien, de todos ellos, con suerte, solamente uno irá a la cárcel. Otra podrá pasearse con la cabeza bien alta porque seguirá colgando el cartel de “Completo” en sus conciertos, cosa que no acabo de entender. Y si no es así, siempre puede levantar un poco de césped de su bonita, maravillosa y “honrada” casa para sacar una bolsa de basura repleta de billetes cual perro entierra un hueso para, en un futuro, recogerlo y tener “algo que echarse a la boca”. (Hago referencia a éstos porque han sido los últimos, pero la lista es interminable).

¡SINVERGÜENZAS! No os merecéis el respeto de nadie. No os merecéis que os sigan dando bombo los medios de comunicación. Y por supuesto, no so merecéis estar donde estáis. 

Son cosas que no alcanzo a comprender. ¿Cómo es posible que haya gente, por muy bien que haga su trabajo, que sigan apoyando a estos personajes y salgan vitoreados de los juzgados? ¿Cómo es posible que la prensa, las televisiones y demás medios acudan como buitres a rapiñar información? Solos. Había que dejarlos solos, para que se dieran cuenta de que España entera está en contra de ellos. Que se den cuenta que no queremos más defraudadores en nuestro país. 

 “La avaricia rompe el saco”. Si esas personas, ya sean políticos, cantantes o “hijos de” no fueran quienes son, hoy estarían trabajando para acabar su jornada laboral, llegar a casa y descansar con los suyos mientras pondrían verde al que roba. 

Ese es el gran problema. Probablemente, todos los que hoy criticamos a los que lo hacen, si viviéramos con ese nivel de vida, lo haríamos también. Nos llenaríamos los bolsillos porque todo es poco, y renunciaríamos a nuestros principios. Eso ocurre y ocurrirá mientras no cambie, y mucho, la mentalidad de este país. País de charanga y pandereta, como bien dijo Antonio Machado.

viernes, 12 de abril de 2013

CARRERA PARO-UNIVERSITARIA



Cuando todos pensábamos que la mejor opción era una carrera universitaria, cuando todos creíamos que este país se rendiría a la generación más preparada, cuando todos intuíamos que las empresas e instituciones nos recibirían con los brazos abiertos esperando nuestros currículos, va este país y nos demuestra que nada de eso es cierto.

¿Es negativo  tener una carrera universitaria? Para nada es algo negativo, a priori. El problema viene cuando tras conseguir la carrera, con más o menos esfuerzo, y presentar el currículo, lo que exigen es años de experiencia en el sector. ¿Años de experiencia? ¿Pero no querían que fuéramos personas cualificadas y bien preparadas? ¿Cuándo pretendían que adquiriera experiencia si estaba estudiando? Es la pescadilla que se muerde la cola.

Así que ahí estamos. Los que en su momento, bien por visión de futuro, bien porque preferían trabajar, dejaron los estudios y se colocaron, en ello siguen. Mientras, los que por el contrario decidimos seguir cursando estudios superiores no nos queda otra que ir de tienda en tienda, de oficina en oficina, de comercio en comercio para ver si alguien tiene un pequeño puesto. Un puesto que como mucho nos dará para tomarnos una caña con los amigos, porque de meternos en hipotecas ni hablamos.

Y nada que decir de los que, como es mi caso, después de acabar la carrera tenemos que prepara una oposición. ¿Oposición para qué? “Nunca se sabe, igual tienes suerte y te colocas”. Pero lo que yo quiero no es suerte. La suerte la puedes buscar después de no haber hecho nada durante un año y presentarte a un examen a ver “si suena la flauta”. La suerte es para que todos los que nos han estafado y defraudado y han llevado a España a esta situación no se vean “con el culo al aire”, si se me permite la expresión.  Pero lo que yo quiero es que MI ESFUERZO dé sus frutos y valga la pena. Pero no. Porque antes que yo, que voy de novato, hay miles de personas esperando su turno, con méritos conseguidos por años trabajados, con experiencia en el sector (docencia he de decir). Y hoy en día aunque apruebes la oposición con buena nota, lo digo por experiencia y sin ánimo de presumir por ello porque al fin y al cabo es mi “trabajo”, no te queda otra que quedarte en casa esperando que los señores, si se les puede llamar así, que deciden sí o no a la convocatoria pública (según si les sale a ganar o a devolver) quieran sacar las suficientes plazas para que gente como yo pueda trabajar en la rama estudiada.

Mientras todo eso ocurre y viendo que los años pasan irremediablemente sin una solución, toca hacer lo que hace el resto de mortales de este “esplendoroso” país: buscar trabajo de cualquier otra cosa y echar currículos. Porque , aunque no sea nuestra devoción o nuestra vocación eso en lo que buscamos un cobijo económico, de lo que se trata en esta vida es de vivir, valga la redundancia. De conseguir dinero para poder pagar una casa, un coche y porque no (llamadme exquisito), unos caprichos. 

De modo, que solo os puedo decir: hagáis lo que hagáis en esta vida, y trabajéis de lo que trabajéis, aunque no os llene al 100%, hacedlo tan intenso como si fuera el último día y con tanta ilusión como si fuera el primero.