viernes, 12 de abril de 2013

CARRERA PARO-UNIVERSITARIA



Cuando todos pensábamos que la mejor opción era una carrera universitaria, cuando todos creíamos que este país se rendiría a la generación más preparada, cuando todos intuíamos que las empresas e instituciones nos recibirían con los brazos abiertos esperando nuestros currículos, va este país y nos demuestra que nada de eso es cierto.

¿Es negativo  tener una carrera universitaria? Para nada es algo negativo, a priori. El problema viene cuando tras conseguir la carrera, con más o menos esfuerzo, y presentar el currículo, lo que exigen es años de experiencia en el sector. ¿Años de experiencia? ¿Pero no querían que fuéramos personas cualificadas y bien preparadas? ¿Cuándo pretendían que adquiriera experiencia si estaba estudiando? Es la pescadilla que se muerde la cola.

Así que ahí estamos. Los que en su momento, bien por visión de futuro, bien porque preferían trabajar, dejaron los estudios y se colocaron, en ello siguen. Mientras, los que por el contrario decidimos seguir cursando estudios superiores no nos queda otra que ir de tienda en tienda, de oficina en oficina, de comercio en comercio para ver si alguien tiene un pequeño puesto. Un puesto que como mucho nos dará para tomarnos una caña con los amigos, porque de meternos en hipotecas ni hablamos.

Y nada que decir de los que, como es mi caso, después de acabar la carrera tenemos que prepara una oposición. ¿Oposición para qué? “Nunca se sabe, igual tienes suerte y te colocas”. Pero lo que yo quiero no es suerte. La suerte la puedes buscar después de no haber hecho nada durante un año y presentarte a un examen a ver “si suena la flauta”. La suerte es para que todos los que nos han estafado y defraudado y han llevado a España a esta situación no se vean “con el culo al aire”, si se me permite la expresión.  Pero lo que yo quiero es que MI ESFUERZO dé sus frutos y valga la pena. Pero no. Porque antes que yo, que voy de novato, hay miles de personas esperando su turno, con méritos conseguidos por años trabajados, con experiencia en el sector (docencia he de decir). Y hoy en día aunque apruebes la oposición con buena nota, lo digo por experiencia y sin ánimo de presumir por ello porque al fin y al cabo es mi “trabajo”, no te queda otra que quedarte en casa esperando que los señores, si se les puede llamar así, que deciden sí o no a la convocatoria pública (según si les sale a ganar o a devolver) quieran sacar las suficientes plazas para que gente como yo pueda trabajar en la rama estudiada.

Mientras todo eso ocurre y viendo que los años pasan irremediablemente sin una solución, toca hacer lo que hace el resto de mortales de este “esplendoroso” país: buscar trabajo de cualquier otra cosa y echar currículos. Porque , aunque no sea nuestra devoción o nuestra vocación eso en lo que buscamos un cobijo económico, de lo que se trata en esta vida es de vivir, valga la redundancia. De conseguir dinero para poder pagar una casa, un coche y porque no (llamadme exquisito), unos caprichos. 

De modo, que solo os puedo decir: hagáis lo que hagáis en esta vida, y trabajéis de lo que trabajéis, aunque no os llene al 100%, hacedlo tan intenso como si fuera el último día y con tanta ilusión como si fuera el primero.

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